La Terapia Gestalt es más que un conjunto de técnicas, es una actitud ante la vida. Enmarcada dentro de la corriente de Psicología Humanista, la Terapia Gestalt confía en el potencial humano y uno de sus objetivos es desarrollar dicho potencial en cada persona, así como favorecer su bienestar en general.
Realizar un proceso terapéutico te ayudará a tomar las riendas de tu vida y encontrar la solución a tu malestar. Para ello, aprenderás a prestar atención a tus emociones, pensamientos y actitudes corporales en el presente, pudiendo así entender lo que te ocurre desde un perspectiva más amplia e integral. En esa apertura experiencial es posible que te des cuenta de aspectos ciegos hasta el momento, y eso mismo te colocará en otro lugar. Así mismo, el trabajo terapéutico facilitará que contactes con emociones reprimidas y puedas dar salida a asuntos inconclusos.
De acuerdo con la paradoja del cambio, éste no sucede porque te empeñes en cambiar algo de ti que no te gusta. Dado que precisamente eso va a generar mayor malestar y conflicto interno en ti. La única forma de cambiar es tomando conciencia de los aspectos de ti que te desagradan. Es decir, prestar atención a aspectos de ti que generalmente están ocultos facilitará el cambio en la dirección más acorde con tu propia existencia. Es por esto que una de las claves de la Terapia Gestalt es trabajar en el aquí y ahora.
