Siempre comenzamos la terapia infantil y con adolescentes con una sesión familiar en la que situamos el problema a tratar. Es importante que a dicha sesión acudais ambos progenitores y las personas de la familia que se consideren relevantes. En la primera sesión recabamos información sobre lo que ocurre y acordamos un procedimiento de trabajo.
Las siguientes sesiones se realizan con la o el menor, o adolescente. En estas sesiones analizamos lo que le pasa y establecemos el vínculo. Poco a poco, entramos a trabajar el problema que le ha traido a terapia.
Las sesiones con menores siempre las compaginamos con sesiones con sus progenitores. En estos casos, es imprescindible el trabajo que realizamos tanto con la madre como con el padre, dado que generalmente, lo que expresa la niña, niño o adolescente es significativo de lo que está ocurriendo en su familia.
Asuntos que trabajamos en la terapia:
- Dificultades de comportamiento y de adaptación: agresividad, ansiedad, inquietud, hiperactividad, timidez, inhibición, aislamiento.
- Dificultades de relación y contacto con madre/padre, profesorado e iguales.
- Dificultades de falta de atención y problemas de concentración.
- Trastornos en el desarrollo: espectro autista, dificultades en la capacidad sensitiva y motora.
- Separaciones, divorcios, pérdidas afectivas, duelos, experiencias tramáticas, miedos, pataletas.
- Control de esfinteres, alteración en el sueño y problemas de alimentación.
- Adopciones